LAS DECISIONES DE HOY, SON LAS CONSECUENCIAS DE MAÑANA.

Decisiones, decisiones y más decisiones. Y lo peor es que pensamos que sabemos como tomarlas, aunque en la mayoría de los casos no decidimos correctamente.

En la mayor parte de las decisiones nos dejamos influenciar por las opiniones que nos dan los demás sobre algo de lo que básicamente no tienen ni idea. Pero eso sí, intentan ayudarnos aunque en realidad complican más las cosas.

Quizás al tomar una decisión nos sentimos orgullosos de ello, orgullosos de haber decidido por fin qué hacer, aunque luego nos arrepintamos, o bueno quien sabe, a lo mejor no... 

Aunque nos equivoquemos no podemos evitar tener que decidirnos cada día por las múltiples opciones que se nos presentan en esta vida, estemos preparados o no. Desde las cosas mas insignificantes: qué como, qué me pongo, voy o no voy, lo hago o no lo hago; hasta las más difíciles: me caso, me divorcio, me separo, no me caso, esta carrera o la otra, letras o ciencias, lo quiero o no lo quiero etc.

Y pienso "¿Cuáles son los sentimientos que influyen en nuestras decisiones?" En general todos ¿no?

Según nuestro estado de ánimo podemos tomar un camino u otro, aunque en el momento de tomar una decisión no nos paramos a meditar detenidamente los diversos caminos a tomar, si por ejemplo estamos muy enfadados puede que hayamos elegido muy precipitadamente e camino y que esto conlleve diferentes consecuencias malas o en alguna ocasión buenas.

“Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor, pues puedes arrepentirte demasiado tarde.”

Anónimo

“Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente.”

Paulo Coelho